Don José Cea, padre del célebre vasco Cea, vivió en Arroyo Seco

Desde hace décadas, ese predio está ocupado por el Servicentro Esso de Agraciada y Entre Ríos. En 1899 se construye la Usina Eléctrica “Santiago Calcagno”, antecesora de la Central Batlle.

 

El 23 de octubre de 1909, en importante ceremonia oficial, era inaugurada la misma. Las crónicas de la época decían que “la grande y moderna máquina Franco Tosi, de Milán, fue puesta en marcha personalmente por el Sr. Presidente de la República Dr. Claudio Williman”.

Para 1906 la empresa alemana La Transatlántica tomó posesión de la inmensa estación de tranvías que, luego que el sistema tranviario fuera traspasado al Municipio de Montevideo con la creación de AMDET, se conocería como Estación Agraciada.

Dice Tacconi que en ella “trabajaron durante muchos años el vecino Don José Cea, padre del célebre vasco Cea, y otro de los célebres crack de antaño: Felipe Canavesi, el famoso “Ramaseca”.

La señorial Estación Agraciada, centro de la actividad tranviaria del ramal Paso Molino.

Para proporcionar energía eléctrica a los tranvías de dicha empresa, se construyó sobre la bahía, en la desembocadura del arroyo Seco, la Usina Eléctrica.

Esta estaba ubicada a la altura de la Rambla Baltasar Brum y la calle San Fructuoso y hasta entrada la década de los 60’, se podía aún ver su estructura, aunque con su inmensa chimenea truncada.

Consolidada la independencia patria en 1830, todo el Uruguay crece, avanza, prospera y afirma su personalidad en los distintos órdenes del quehacer nacional.

Arroyo Seco no podía escapar al fenómeno evolutivo general. El martillo del rematador, la cinta métrica del técnico profesional y el protocolo del escribano fueron borrando del mapa las quintas y el ladrillo fue el príncipe del progreso edilicio.

El Campeón del mundo residió en el barrio. El Vasco Cea fue el goleador de la Copa del Mundo de 1930. Nació en Redondela (Pontevedra), luego emigró con su familia a Uruguay; y llegó a Arroyo Seco.

Continúa diciendo Emilio Carlos Tacconi:

El patricio Joaquín Suárez, desde el pedestal de bronce estatuario, erigido en 1906 en la cresta de la cuchilla zonal, vigila simbólicamente la venerable casona y la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, desde sus altas torres de la calle Tapes, le acerca el sonido litúrgico de sus campanas y la ofrenda de su mensaje espiritual.

Y de aquel campo de pastoreo o de cultivo agrícola o de prácticas deportivas, con cercos de pita y enhiestos árboles monumentales, el barrio cobró entidad ciudadana con el trazado de calles y aceras, amanzanamiento, espacios libres de uso público, nomenclátor y demás servicios municipales. El dinámico espíritu de Francisco Piria no fue ajeno a esta fecunda etapa de la transformación…”.

 

JOSE PEDRO CEA

El «Vasco» nació un 1 de septiembre de 1900, falleció a los 70 años de edad un 18 de septiembre de 1970, sus restos fueron velados en nuestra Sede Social.

Según algunas fuentes, nació en Redondela (Pontevedra) habiendo emigrado de pequeño con su familia a Uruguay, mientras que otras fuentes lo sitúan naciendo en Arroyo Seco, actualmente un barrio de Montevideo. De todas formas, tuvo una exitosa carrera como futbolista, jugaba en la posición de entreala izquierdo (delantero) jugó en: Lito, Bella Vista y Nacional, además de la selección uruguaya.

Adivinaba todo lo que iba a pasar en la jugada siguiente. No era veloz con sus macizas piernas, pero su imaginación y su picardía volaban juntas. Sus pases eran medio gol; pero cuando nadie los hacía, se anotaba con alguno… casi siempre providencial.

Gran hincha de Nacional, jugó desde 1925 a 1930, en 1934 y 1936. Intervino en las giras de 1925 (13 goles) por Europa donde fue aplaudido en Bilbao, Madrid y la Coruña, junto a otras grandes figuras, como Nasazzi, Andrade, Urdinarán, Scarone, Petrone y Romano. Y 1927 por Centro y Norte América. Posteriormente vuelve en 1934 y 1936. Campeón Uruguayo en 1934, en 104 partidos y convirtió 35 goles. Se retiró en Nacional el 13 de septiembre de 1936 ante Defensor por el Campeonato Uruguayo.

El Vasco Cea fue el goleador del equipo uruguayo en la Copa del Mundo de 1930, anotando incluso un gol crucial en la final contra Argentina, para el empate parcial 2-2, en partido que terminó con victoria celeste por 4 a 2.

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